Apreciados compañeros de la Cruz Roja de la Juventud en el Tolima:
Ingresé a la Cruz Roja Colombiana con un solo interés, "ayudar a los demás", aún no tenía claro cómo, solo sabía que la Cruz Roja era esa institución que me permitiría llevar a cabo mi cometido. Recorrí diferentes campos de acción, aprendiendo de todo un poco, picando de lado a lado, hasta que por fin encontré mi camino, mis lineas de acción, mis áreas de interés con las que podría, por fin, enfocar la ayuda que quería brindarle a las comunidades más vulnerables de Colombia.
En el camino he encontrado personas supremamente valiosas de las que he aprendido mucho, con las que he compartido, reído, llorado y sacado adelante proyectos que me han permitido materializar la misión institucional de "prevenir y aliviar el sufrimiento humano" se han convertido en mis amigos, mis hermanos, mi familia; pero también me he encontrado con personas con las que no ha existido empatía, amistad o entendimiento, de ellos también he aprendido cosas, y aunque el trabajo se torma más complejo y difícil, nunca he perdido el interés en desarrollar acciones que permitan llevar a otro nivel esta institución y su capacidad de llevar a cabo acciones en favor de los más necesitados.
Me enamoré de la Cruz Roja, me enamoré de la Cruz Roja de la Juventud, estoy convencido que esta institución es el mejor mecanismo para ser mejor persona, para aprender y enseñar, para llegar a quienes nos necesitan y sin duda alguna para "salvar vidas, cambiar mentalidades" y transformar realidades,... no solamente de las comunidades vulnerables en las que trabajamos, sino también las propias, las de nosotros mismos, voluntarios, empleados, la misma Cruz Roja.
Hacemos parte de la comunidad, compartimos sus propósitos, preferencias, preocupaciones, costumbres, virtudes y defectos, cada día es una oportunidad para crecer, avanzar, evolucionar, superar lo que nos hace mal y aprehender lo que nos hace ser mejores. ¿Todos buscamos nuestro propio beneficio?, sin duda todos queremos estar mejor, habitamos una sociedad que piensa individualmente, parte de ello todos nuestros problemas actuales... y cuán difícil es pensar colectivamente, pensar por todos y para todos, pensar en lo que nos beneficie, pensar en lo que necesitamos todos,.. aportar en vez de solo quejarnos, construir en vez de destruir con nuestras palabras, proponer en vez de resaltar los defectos, participar en vez de ser indiferentes.
Mucho se dice en los corrillos de pasillo, hablan que mis intereses son ocultos, que aspiro al cargo de la Representación de Gobierno para entorpecer los procesos y para buscar mi propio beneficio. Mucho es lo que hablan, pero no se han tomado el tiempo de conocer mi hoja de vida, de leer mis propuestas o tan siquiera hablar conmigo, hablan de mí como si me conocieran pero en realidad no es mucho lo que han compartido conmigo como para saber la forma en la que trabajo.
Me rodeo de las personas que quieren trabajar, que creen en la innovación, que son creativos y que aportan para construir algo mejor, me junto de personas positivas, que tienen esperanza en que todo puede cambiar con nuestras acciones y nuestro esfuerzo, aplaudo la iniciativa participativa, constructiva, propositiva, valoro esas personas que saben reconocer los éxitos de los demás a pesar de las diferencias. Y sin duda, admiro profundamente a las personas que tienen la capacidad de hacer que las cosas pasen, porque eso es lo más difícil del mundo, HACER, EJECUTAR, LLEVAR A LA PRAXIS SUS IDEAS. Eso, pocas personas lo logran.
Mis intereses son claros, fortalecer la Cruz Roja Colombiana Seccional Tolima y creo que eso lo podemos lograr fortaleciendo la Cruz Roja de la Juventud en el Tolima. Creo que si pensamos colectivamente y si trabajamos de igual forma, podremos lograr el beneficio para todos, no solo para nosotros los voluntarios, sino también para los destinatarios de la acción humanitaria.
No busco entorpecer los procesos, al contrario, busco dinamizarlos, busco que podamos llevar a cabo nuestras ideas, creo que podemos crecer y ser muchos más no solo en los municipios en los que ya estamos, sino también en otros diferentes, quiero ver una Cruz Roja Juventud más ordenada, más visible, más reconocida, con mayor impacto, no tengo preferencias de territorio ni de personas, se trata de pensar y construir para todos.
No me gusta la improvisación, aunque tampoco la considero perversa del todo, creo que debemos pensar muy bien antes de actuar y los ejercicios de planificación son fundamentales para que las cosas salgan bien. Me exijo a mi mismo el 100% en lo que hago, porque considero que si haces algo de forma voluntaria es porque te apasiona y por eso le metes ganas, entusiasmo y lo haces con calidad.
Admiro la Cruz Roja de la Juventud, por su dinamismo, creatividad, por su espíritu juvenil, motivador y alegre, sus voluntarios no son diferentes, por eso decidí postularme a este cargo, porque creo que con esa energía y con su apoyo podemos trabajar por esa transformación que la agrupación necesita, no es algo que pueda y deba hacer yo solo, es algo que debemos hacer entre todos, no es responsabilidad de una persona, es de absolutamente todos los voluntarios de juventud. Es muy complicado poder liderar procesos, lo he vivido en los 4 años que llevo en la Seccional Tolima, el gran éxito del Proyecto Crisálida solo se puede conseguir con el apoyo de todos, sin eso hasta ahora, no podríamos decir que el proyecto está en espera de aprobación en ultima instancia en la Junta Directiva Seccional, ¡y lo hemos logrado sin un representante de Juventud!, ahora imagínense lo que lograríamos si tuviéramos uno, no digo que debo ser yo, pero sin duda necesitamos voluntarios más comprometidos y que procuren la UNIDAD.
Hago un llamado al sexto principio, participemos, opinemos con criterio y con responsabilidad, aportemos a esa Cruz Roja que estoy seguro que todos amamos, no pido que voten por mi, pero que bonito sería ver una Cruz Roja de la Juventud que se haga escuchar y que logre transformar su propio camino para bien, para el beneficio de todos.
#SomosCruzRojaJuventudTolima
Un abrazo afectuoso,
ANDRÉS GARCÍA ZULUAGA
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